Todo lo anterior para simplemente decir que llama fuertemente mi atención que, al menos una o dos veces al año, yo experimente sueños muy vívidos sobre gente que padeció tormentos durante la Dictadura de Pinochet. Hace unos meses, tuve así mi versión personal del "caso Rodrigo Ánfruns", por citar un ejemplo
Y esta madrugada, soné que asistía a una conferencia sobre el hallazgo de la osamenta de un niño, después de varias décadas de búsqueda. A partir de las evidencias forenses, la madre reconstituía y conjeturaba detalles circunstanciales de lo que pudo haber pasado. Su hijo había sido abandonado en un foso profundo y aislado, hasta morir solo en la oscuridad.
En el momento que llegaba a la parte más desesperante del tormento vivido por el niño, ella no podía contener las lágrimas. Tenía los huesos de cráneo en sus manos... Al menos, por fin tenía algo.
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